Schindler's List , una historia de redención. Desgarradora, estremecedora, retumba en el alma, así es La Lista de Schindler. El Shoah siempre será un episodio histórico que servirá de fuente en la que beba el séptimo arte. El asesinato de la manera más infame de más de 6 millones de personas por parte de uno de los pueblos más educados de Europa, la exterminación sistemática y sin justificación de una parte enorme del pueblo judío es algo que hoy, a casi 80 años de que se iniciara esa tragedia, nos sigue impresionando. Pero siempre habrá un justo en Sodoma y entre toda esa orgía de muerte y destrucción, quedó gente que se ganó con su grandeza, el apelativo de seres humanos. Personas que con su bondad y su decisión de contrariar la locura mainstream de esa época, hoy merecen ser recordados. Uno de esos personajes fue Oskar Schindler . Bon vivant y afecto más al dinero que al humanitarismo, Schindler vio en la guerra de Hitler el escenario perfecto para forrarse a costa de...
Amor, desamor y bluegrass, todo eso componen un gran film, nominado a mejor largometraje extranjero.
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Broken Circle Breakdown fue nominada a mejor película extranjera en los premios Oscar de 2014 |
El círculo del amor se rompe (2012) es una encantadora película que muestra cómo el amor, a pesar de lo que se nos ha vendido, no siempre es para siempre. El coescritor y director belga Felix Van Groeningen dirige este inusual, pero bien cuidado filme, creando una especie de poesía cinematográfica de la desorientación, cuyo hilo conductor es la música, el pegamento que logra darnos una imagen “gestáltica” de todo. Es un impresionante y conmovedor producto que muestra a una pareja de músicos bluegrass lidiando con la tristeza en medio de una comunicación fracturada, que no obstante se mantiene como una vívida declaración de amor en todas sus formas. En 1999 la tatuadora Elise (Veerle Baetens) conoce al banjista Didier (Johan Heldenbergh), estableciéndose una química instantánea, aderezada por su amor compartido por la música.
Una película maravillosa, un drama inolvidable
Después de un corto período de luna de miel, Elise descubre que está embarazada, lo que complica su relación con Didier, quien no puede ocultar su malestar ante la idea de la paternidad. Una vez que el bebé Maybelle (Nell Cattrysse) entra en escena, la pareja se transforma en una unidad funcional, persiguiendo el sueño de interpretar música, mientras crían una hija en un hogar no convencional. Sin embargo, la tranquilidad es interrumpida una vez Maybelle es diagnosticada con cáncer, iniciando para Didier y Elise una dura prueba de paciencia y compromiso, al ver cómo su hija es sometida a una dolorosa quimioterapia y a agotadores tratamientos con células madre. El estrés se va a ir acumulando en la pareja, quienes llegan a un punto de no retorno en su relación.
La música Bluegrass es una protagonista más del largometraje
Contemplando cómo su una vez apasionada unión se hace lenta, cercenada por el paso de los años y el dolor de la enfermedad de su hija; vemos cómo el tiempo juega un importante papel en El círculo del amor se rompe. La historia se desarrolla de una manera no lineal, iniciando en 2006 y retrocediendo hasta 1999, capturando todas las alegrías y tristezas en el medio. El director imprime un inicial sentido de confusión para quizá hacernos coincidir con la naturaleza tormentosa de la vida de Didier y Elise juntos (al espectador se le ofrecen hitos para orientarse, como las celebraciones de año nuevo o el pietaje sobre el 9/11). La edición es extraordinariamente fluida y expresiva, conectando a los espectadores en todo momento, incluso cuando éstos no tienen la información para comprender los matices emocionales que motivan la escena; pudiendo ser esto la manera como Van Groeningen contrarresta los orígenes teatrales del largometraje.
Broken Circle Breakdown tiene un tono bergmaniano innegable
Pasa del estéril y estático escenario y nos entrega una experiencia visual puramente cinematográfica que conduce ineludiblemente hacia la tragedia, teniendo en cuenta los elementos habituales de la típica película de inconformidad doméstica, la desorganización ajustándose perfectamente al estado de ánimo, mostrando la imagen de un lento, pero reconocible viaje hacia la desesperación. No obstante, no todo es tristeza y melancolía en este filme: la alegría la pone la música, con una serie de canciones que a través de toda la película ayudan a transmitir la sensación del momento. Es una banda sonora alegre y entretenida que, al principio, ayuda a afianzar la relación de Didier y Elise en sus primeras etapas. A medida que el filme avanza, la música actúa como distractor durante la lucha de Maybelle contra el cáncer, usando las canciones para aligerar el momento, ayudando a olvidar la gravedad que asola su vida cotidiana.
El amor, entre más intenso, más pronto acaba, parece ser otro de los mensajes del largometraje
Las secuencias de interpretación están simétricamente visualizadas y, con la propia película modelada por la misma naturaleza áspera del country, El círculo del amor se rompe es en sí misma una canción bluegrass, con sus tragedias, euforias y conmovedoras armonías. Más que un recurso, la música está tejida hábilmente dentro de la trama del filme, revelando así a personajes a menudo incapaces de expresarse. Con dos magníficas, crudas y pulsantes actuaciones, el filme nos mantiene concentrados, orquestando un estudio profundo de la vida y la muerte y el extraño equilibrio ante el más oscuro de los acontecimientos. El círculo del amor se rompe es una película profunda, bellamente organizada, que recorre toda la gama de emociones a un nivel desgarrador, con una armoniosa banda sonora que lo completa todo. Si Ingmar Bergman hubiese dirigido Walk the line (2005), éste habría sido el resultado.
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