Captain Phillips: La Espectacularidad y el Intimismo en el Cine

Captain Phillips es basado en una historia real ocurrida en el año 2009, en el cuerno de África 

Cuando se trata de ir al cine, el gran público privilegia, a la hora de elegir, las producciones que son efectistas y que por medio de fórmulas de reconocido éxito conectan con la necesidad de escapismo y de emociones que la gran masa busca. En este orden de ideas, los largometrajes que tienen un tono intimista, que se apoyan más en la introyección y en la calidad de las actuaciones, más que en que la técnica y los efectos de grandilocuencia cinematográfica, a menudo suelen ser alabadas por la crítica; pero olvidados, cuando no despreciadas por los espectadores. Captain Phillips es uno de esos raros filmes que son exitosos tanto en términos de calidad actoral como en pirotecnia cinematográfica. Con una gran demostración de medios, lo que es un verdadero derroche de impecable técnica cinemática (un esfuerzo que debió costar lo suyo, tanto en lo económico como en lo titánico que significa rodar en el mar).

Tom Hanks hizo un papel memorable, uno de los mejores de su carrera actoral 

Ésta película confirma, si aún no estaba lo suficientemente claro, que Tom Hanks es uno de los mejores actores de todos los tiempos. En medio de una excelente y depurada puesta en escena, llena de escenas con cámara en mano y con un ambiente claustrofóbico que mantiene al público al borde de la silla durante casi toda la proyección, Captain Phillips toca un tema que a menudo sólo es visto desde una sola arista: el problema de la piratería en la región del cuerno de África. La película sale del lugar común de los buenos contra los malos y, en lo que ya se nota como una nueva forma de Hollywood mirar a los no americanos (mucho más madura y alejada del tono panfletario y maniqueísta a que nos ha tenido acostumbrados), desnuda las aviesas intenciones de los villanos: realizar algo de justicia retributiva por el saqueo que el poderío económico y tecnológico de los poderosos emporios del mundo ha llevado a cabo con aquellos que por su debilidad institucional no pueden defenderse.

Estrenada en 2013, Captain Phillips, fue una de las películas más aclamadas en la temporada de premios de 2014

No le cuesta mucho al observador conectar con los piratas somalíes. Nuestras sociedades a menudo enfrentan los mismos problemas que éstos; y la actuación de los forajidos, en especial la de Barkhard Abdi, quien encarna a Muse, el líder de los asaltantes, es una gran demostración de calidad histriónica y dramática. Su mirada cargada de tristeza y de inteligencia, así como sus ademanes inquietantemente calculados, casi que felinos, sirven como el perfecto acompañamiento para una de las más soberbias actuaciones que Tom Hanks ha dado en frente de una cámara; lo que es decir mucho, porque Tom Hanks rara vez da una actuación que no sea magnífica. La crítica especializada aclamó la actuación de Hanks, fue nominado para un Oscar, pero no lo ganó; de haberlo hecho, eso lo habría puesto instantáneamente en el lugar más encumbrado de los actores en la historia de la academia. Quizá por eso no se le adjudicó.

Tom Hanks es el segundo actor en toda la historia de los Oscars, en ganar estatuillas de mejor actor dos años consecutivos

Captain Phillips no intenta hacer la típica y mil veces contada historia del héroe americano que, a merced de los bárbaros, salva la situación sin siquiera despeinarse. Al contrario, este filme nos enfrenta a un problema de carácter internacional; pero no intenta encubrir que éste es detonado por aquellos que lo van a sufrir. Ante la necesidad de comer caliente, o de simplemente comer, el riesgo, ante la inmensidad de la hipotética recompensa, lo vale todo. Hay en ello una cierta especie de justicia poética. El despliegue militar y la gran precisión del músculo bélico de los Estados Unidos se muestran aquí en todo su esplendor. No deja de preguntarse el espectador curioso sobre cuán útil es el destinar enormes cantidades de recursos militares, que incluyen destructores, aviones y portaviones, para un problema que podría ser solucionado con una fracción bien invertida de dichos dineros.

Los actores que interpretan a los piratas somalíes no son actores profesionales, se escogió trabajar con actores naturales, en aras de ganar verosimilitud.

En un maravilloso crescendo de tensión argumental, el impactante final –en una escena de cierre memorable, quizá la mejor de la carrera de Hanks- es sencillamente dinamita pura. Podríamos decir que Captain Phillips es un canto al intento de los pequeños por resarcirse del expolio de los poderosos. Pero cuando se cae en el juego de la justificación del crimen, se puede terminar aceptando todo medio como válido y, como ya hace mucho apuntaron, los fines, así como los medios, no son separables.

Los piratas atacaron el Maersk Alabama, un barco de carga norteamericano