Schindler's List , una historia de redención. Desgarradora, estremecedora, retumba en el alma, así es La Lista de Schindler. El Shoah siempre será un episodio histórico que servirá de fuente en la que beba el séptimo arte. El asesinato de la manera más infame de más de 6 millones de personas por parte de uno de los pueblos más educados de Europa, la exterminación sistemática y sin justificación de una parte enorme del pueblo judío es algo que hoy, a casi 80 años de que se iniciara esa tragedia, nos sigue impresionando. Pero siempre habrá un justo en Sodoma y entre toda esa orgía de muerte y destrucción, quedó gente que se ganó con su grandeza, el apelativo de seres humanos. Personas que con su bondad y su decisión de contrariar la locura mainstream de esa época, hoy merecen ser recordados. Uno de esos personajes fue Oskar Schindler . Bon vivant y afecto más al dinero que al humanitarismo, Schindler vio en la guerra de Hitler el escenario perfecto para forrarse a costa de...
The Florida Project es una sencilla pero transformadora película.
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Es abrumador el talento que la pequeña Brooklynn Pierce despliega en The Florida Project
Una
madre soltera no muy lejos de la adolescencia –una niña criando otra niña–, una
preciosa infante que sólo quiere divertirse y un hotel de paso regentado por un
tipo duro y correoso, pero con un gran corazón. Ese es a grandes rasgos el
encantador largometraje The Florida Project (2017). Dirigido por Sean Baker, Florida
retrata la vida, casi de manera documental, de ese sector marginado de la
ciudadanía norteamericana a la que el sueño americano nunca les llegó: los
pobres, aquellos que luchan con todas sus fuerzas por llegar a fin de mes, los
que viven al día. El film se enfoca
en Halley (Bria Vinaite), atractiva pero tremendamente mal hablada chica, llena
de tatuajes y que lucha con uñas y dientes por mantener a su lado a su hija
bajo un techo que las cobije. Y en su pequeña, un espíritu libre llamado Moonee
(Brooklynn Kimberly Prince), que ve en literalmente todo una aventura y que hasta
los castigos disfruta.
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«El médico nos dijo que tenemos asma y que el helado nos cura» |
Los actores infantiles son lo más maravilloso y motivante del Proyecto Florida
Habitando
en un motel de paso para los desheredados, casi al lado del lujoso complejo
hotelero de Disneyland –en lo que se
constituye como una fina ironía que podría resumirse en un «tan cerca del cielo,
pero viviendo en el suelo»–, Moonee y su madre pasan los calurosos días del
verano en la Florida, intentando sobrevivir. Sin importarle o siquiera notar su
precaria situación, la pequeña hace amistad con otros pequeños y se dedican a
vivir la vida en su vertiente más divertida. Una expedición a una urbanización abandonada
es como ir a la selva amazónica, ver pastar unas vacas es estar en un safari,
un par de panes con mermelada es un picnic.
Todo es diversión, fiesta, libertad. Es verdad, el mundo de hoy ofrece grandes
peligros a los niños que revoletean por ahí, pero ¿es que acaso no ha sido siempre
así? ¿Usaba nuestra generación, aquella crecida en los 80, esa excusa para no
explorar el mundo que es tan ancho y ajeno? Es maravilloso que estos niños, que enfrentan la dureza de la pobreza, disfruten tan a plenitud su vida, o quizá es
así por lo corto de sus vidas.
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Es hermosa esa complicidad entre madre e hija, ambas luchadoras, a su modo, ambas aventureras
The Florida Project es una celebración de la mejor infancia, la que se vive sin preocupaciones, sin
pensar en los problemas diarios que los adultos llevamos como pesada alforja
cotidianamente. Moonee y sus amigos corren, saltan, escupen, comparten helados,
lanzan bombas a los turistas, juegan a las escondidas, hacen pilatunas, viven
una forma de crecer a la vieja usanza; algo muy inusual en la infancia de estos
días en los que la niñera electrónica es tan presente. Sí, es verdad, Halley no
es la madre perfecta. Dista mucho de ser eso. Pero se le abona que, en medio de
la más abyecta pobreza y hacer lo que sea en aras de pagar los gastos, su amor,
cariño y adoración por su hija está extraordinariamente presente. Es extraño y
ciertamente preocupante que siendo el gigante del norte la mayor economía del
planeta, tenga al interior de sus fronteras tantas personas que viven en la
línea de la pobreza.
La pobreza no puede ser óbice para no soñar
El motel que habitan y los de los alrededores están pintados de vivos colores,
como queriendo animar con sus estrambóticos matices la dura situación de sus
habitantes, sus esfuerzos para poder pagar la renta, los Mcjobs, cuando no el terrible espectro del desempleo, la violencia
derivada de la pobreza, el sin futuro. Pero es precisamente los colores, pero
no los artificiales sino los naturales, los que le dan una belleza especial al
largometraje. Esos cielos tan azules y límpidos, los espectaculares
atardeceres, esa luminosidad de los días floridianos parecen decirnos que
incluso en la más marginal y terrible de las pobrezas, el buen Dios sigue
brindando belleza. Para muchos de los actores The Florida Project es su primera incursión en el cine. La
graciosa, enérgica y traviesa Brooklynn Pierce se ganó el corazón de los
espectadores en su debut cinematográfico. Su actuación es un hermoso canto a la
espontaneidad, a vivir y sólo eso.
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