Schindler's List , una historia de redención. Desgarradora, estremecedora, retumba en el alma, así es La Lista de Schindler. El Shoah siempre será un episodio histórico que servirá de fuente en la que beba el séptimo arte. El asesinato de la manera más infame de más de 6 millones de personas por parte de uno de los pueblos más educados de Europa, la exterminación sistemática y sin justificación de una parte enorme del pueblo judío es algo que hoy, a casi 80 años de que se iniciara esa tragedia, nos sigue impresionando. Pero siempre habrá un justo en Sodoma y entre toda esa orgía de muerte y destrucción, quedó gente que se ganó con su grandeza, el apelativo de seres humanos. Personas que con su bondad y su decisión de contrariar la locura mainstream de esa época, hoy merecen ser recordados. Uno de esos personajes fue Oskar Schindler . Bon vivant y afecto más al dinero que al humanitarismo, Schindler vio en la guerra de Hitler el escenario perfecto para forrarse a costa de...
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Matt Damon suele convertirse en héroe de acción de cuando en cuando, como en ElysiumEs un error común el creer que la ciencia ficción no es más que una manera fantástica e imaginativa para especular sobre el futuro. Nada más desacertado. La ciencia ficción es un ardid para poder mostrar los problemas del presente, trasladados a un tiempo distante por venir. En ese orden de ideas cada tiempo –con sus temores y dificultades- tiene su propia ciencia ficción. The Invasion of the Body Snatchers (1956) encendía los temores de una sociedad norteamericana aterrorizada por el macartismo, así como Godzilla (1953) explotaba el miedo a las desconocidas consecuencias de la radiación en los seres humanos. Incluso películas tan disímiles como Blade Runner (1982), Terminator (1984), o IA (2001), reflejan la inquietud de una sociedad en donde la cibernética cada día está más presente y el lógico temor de la especie humana por verse reemplazada paulatinamente por sus creaciones tecnológicas. |
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La plataforma espacial de Elysium se basa en un diseño hecho en los años 70 para una estación espacial
Elysium está en sintonía con este tipo de cine. Con un evidente discurso de crítica social, a la vez que una gran fotografía y una exquisitamente cuidada puesta en escena, Elysium se constituye como uno de los más interesantes y políticamente comprometidos filmes de esta década. El largometraje se adentra en las consecuencias de la tecnología, dejando en claro que la técnica pierde todo sentido si es el hombre es el que se pone a su servicio y no al contrario. Por poner un ejemplo, las leyes de la robótica de Asimov, cuya premisa es que ningún robot puede dañar o dejar dañar la integridad de los seres humanos, se ven anuladas en esta película y los robots matan y hieren a los habitantes de la tierra, que, paradójicamente, son los que los fabrican. Armadyne, el conglomerado industrial predominante en la película, con su inhumana lógica capitalista, en donde la producción no se puede detener y la ganancia es el fin principal, podría ser perfectamente Monsanto, Apple o aquella famosa pizzería en donde trabajaste en tus tiempos de estudiante y que cuando tuviste un accidente al hacer una entrega, lo importante no fue si estabas bien, sino si el producto fue entregado a tiempo. Las escenas de acción están muy bien elaboradas y la plataforma en el espacio exterior en donde viven los privilegiados es un homenaje a 2001: A Space Odissey (1968)
Sharlto Copley, el actor fetiche de Neil Blomkamp, interpreta a Kruger, un frío mercenarioEn Elysium, el director Neill Blomkamp, quien ya nos obsequió con esa pequeña obra maestra que es District 9 (2009) mira con acidez y pesimismo al futuro. Un futuro en donde millones vivirán –es un decir- en multiculturales y atestadas favelas, careciendo de todo, mientras que unos cuantos gozarán de todos los privilegios y comodidades, eso sí, convenientemente aislados de los desheredados, que serán legión. Pero la situación que Elysium refleja ya es real. A esta hora, y en esta misma ciudad, es posible que una persona esté muriendo de una enfermedad que sea curable pero que por carecer de recursos, sea imposible salvarle. En Elysium vemos esa realidad de manera incontestable: millones trabajan para el beneficio de unos pocos y ser explotado es un privilegio. Criticando con enorme acierto, -a nuestro parecer- esa lógica perversa que indica que para el beneficio de unos cuantos favorecidos, millones deben sufrir, y que la riqueza del mundo se asienta sobre la desigualdad.
Lo malo: ¿Todos los ricos son blancos? Lo bueno: el reparto, la acción, los efectos, Elysium es acción al 200% |





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