Schindler's List , una historia de redención. Desgarradora, estremecedora, retumba en el alma, así es La Lista de Schindler. El Shoah siempre será un episodio histórico que servirá de fuente en la que beba el séptimo arte. El asesinato de la manera más infame de más de 6 millones de personas por parte de uno de los pueblos más educados de Europa, la exterminación sistemática y sin justificación de una parte enorme del pueblo judío es algo que hoy, a casi 80 años de que se iniciara esa tragedia, nos sigue impresionando. Pero siempre habrá un justo en Sodoma y entre toda esa orgía de muerte y destrucción, quedó gente que se ganó con su grandeza, el apelativo de seres humanos. Personas que con su bondad y su decisión de contrariar la locura mainstream de esa época, hoy merecen ser recordados. Uno de esos personajes fue Oskar Schindler . Bon vivant y afecto más al dinero que al humanitarismo, Schindler vio en la guerra de Hitler el escenario perfecto para forrarse a costa de...
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Compliance es un perturbador relato, basado en hechos reales |
Basado en eventos reales, este filme narra
la traumática experiencia de una empleada de un restaurante a quien su jefe
somete a una torturante situación, en la creencia de estar siguiendo las
directrices de un agente de la ley. Todo transcurre con normalidad en un
anodino restaurante de Ohio. De repente, la encargada del restaurante recibe
una llamada de un autoritario hombre apellidado Daniels, quien arguye ser un
oficial de la ley. Según éste, Becky, una empleada del restaurante corresponde
con las señas de una criminal: ese es el comienzo de la pesadilla. En Compliance (2012), el escritor y
director Craig Zobel hace un implacable e inquietante estudio sobre la
aquiescente manipulación de las personas que los lleva a infligir las peores humillaciones
posibles, todo en nombre de la “cooperación con las autoridades”. Un filme que
desnuda las bajezas a las que puede llegar el ser humano.
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Todos conspiran para la tortura |
Sabemos que en nuestra mente habitan esos
rincones oscuros de la psicología humana que permiten que esto ocurra. Y Compliance nos lo recuerda ya desde los
inicios, cuando alude al ExperimentoMilgran por allá en la década del 60, en el que se pidió a personas que
voluntariamente provocaran dolor a otros; sólo porque individuos en bata
blanca, que fingían ser científicos, así se los solicitaron. Y qué decir del Experimento de la prisión de Stanford,
extraordinariamente llevado al cine en Alemania como Das Experiment en el 2001; filme del cual Hollywood quiso hacer un remake en el 2010, con muy poca fortuna. En
Compliance se deja claro que para el
oficial Daniels no podría haber tenido un objetivo diferente al de un
restaurante de cadena. Ahí es donde la degradación puede florecer.
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Los superiores de Becky solo atinan a acatar ordenes |
Llamar a una oficina no funcionaría. El
criminal necesita una zona entre bastidores, un lugar secreto alejado de los
ojos del espacio en donde el público se alimenta. En una cadena siempre hay una
amenaza consciente de una autoridad superior: gerentes de sucursales,
regionales, nacionales, gente a la que rara vez se ve y quienes se revelan
siempre por teléfono. La obediencia y el temor a la represión están a la orden
del día, especialmente en el impensable tema de hacerle daño a un cliente. Renunciar
al libre albedrío e ir con la corriente, eso hacemos todos en un lugar de esos.
Y cuando una broncínea figura de autoridad se pone al teléfono, someterse es lo
más fácil. En cualquier momento, en cualquier época, cuando alguien,
argumentando encarnar la autoridad, nos dice qué hacer, lo hacemos.
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Compliance es un largometraje sobre hasta donde somos capaces de llegar cuando obedecemos |
Para algunos entendidos, este trabajo
podría haber funcionado mejor como un documental. Y sí, un documental podría
haber proporcionado una visión más global de la carrera criminal del demente
que, desde el hilo telefónico, conduce la orgía de desgracias de Becky; pero el
filme de Zobel muestra un espeluznante horror banal, enfocado en las víctimas,
no en los victimarios. Es un trabajo que dice mucho más sobre la alienada
sociedad corporativa y el consumismo de la comida rápida en la sociedad
estadounidense, que documentales como Superseize me (2004) de Morgan Spurlock o Fast Food Nation (2006) de Richard Linklater.
Zobel, ayudado por la excelente actuación
de Dreama Walker como Becky, se decide por un enfoque sin adornos para mostrar
cómo, a través de una hábil manipulación, gente sencilla es capaz de traspasar
los límites de la razón. Una película en la que el público es el testigo
silencioso de quien desesperadamente desea gritar.
*** 3 estrellas y media.
Lo malo: que sea basado en una historia real.
Lo bueno: el director logra hacer que en serio nos metamos en la historia de la vejación de la pobre Becky.





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